Procesos Creativos

 

Fuente: Revista edanza Num. 57

Fotos: Aurea Fotógrafos

Tuve un sueño cuando era muy joven que me atormentó durante años. Tenía 19 años, estaba en un círculo de personas, parecía una comunidad tribal. Yo, en el centro del círculo, daba a luz a una criatura. Estaba emocionada por parir, pero al ver al ser que tenía en mis brazos, apenas podía admirarlo porque tenía alas y voló. Tenía sentimientos contradictorios, ¡era menos que los demás por parir a un pájaro! Imaginé que, en mi inferioridad evidente, jamás sería capaz de parir a un humano. Luego un sentimiento de calma me invadía: quizás eso estaba bien, ya que así mi criatura podía sobrevivir por sí misma, nutrirse, no dependería solo de mi… y acto seguido me despertaba agotada y confundida.

Desde muy temprana edad tuve un profundo deseo de ser madre, aquel sueño despertaba en mí el miedo de no conseguirlo y a la vez me intrigaba. Poco antes de viajar a España por primera vez, tendría yo 24 años, el sueño volvió a repetirse más a menudo… Estaba claro que mi subconsciente quería decirme algo, pero todavía no tenía recursos para entenderlo. Durante años lo guardé en mi corazón, así como mi tristeza por parir diferente.

A día de hoy han pasado 20 años de aquello, y yo, madre y artista, miro hacia atrás y veo que dediqué los últimos 25 años de mi vida a la creación de un lenguaje que cobra vida en los cuerpos de los demás y ¡vuela mundo afuera!

Aquel sueño, ¡era una pista, una señal! La creación es de la comunidad. En aquel momento, y no solo, crear era un fardo, me sentía inadecuada y la locura se me hizo compañera. El esfuerzo desmesurado y la energía que deposité en ese sueño eran nutridos por una pasión arrebatadora que llenaba de significado mi vida, aunque me fuera imposible de explicar.

Llevo meses queriendo escribir sobre la creatividad y la creación. A pesar del deseo he rehuido de ello porque sabía que abrir esa caja de Pandora me llevaría a rincones oscuros, como ese del sueño de parir a un animal.

También he de reconocer que medirme con un tema tan amplio, con infinidades de miradas posibles y al mismo tiempo tan personal en mi vida… ¿cómo enfocarlo? ¿Cómo resumirlo?… pero ya me conocéis, estoy muy entrenada en hacer locuras y cuando una voz suave me susurra algo al oído, aunque parte de mi quiera resistirse, allá voy.

Como dice el doctor Robert Sternberg, profesor de psicología de la Universidad de Yale, “la creatividad es una actitud delante la vida“y la persona creativa debe arriesgarse. Así que: ¡Patricia presente!

Para Ken Robinson, doctor e investigador en el campo del aprendizaje y la creatividad, hay algo fundamental para que nos tornemos creadores y es encontrar nuestro elemento. Para Robinson, así como para una corriente actual de neurociencia y psicología, todos nosotros somos seres creativos y podemos estimular y mejorar nuestra capacidad creativa. ¡El cerebro tiene una plasticidad y maleabilidad fantástica que nos permite ampliar y desarrollar capacidades y habilidades creativas!

Para algunos, la tarea más difícil puede que sea encontrar nuestro elemento, algo parecido al talento pero que está más cerca de la pasión. Para Robinson cuando encontramos el elemento perdemos la noción del tiempo, nos convertimos en nuestro yo más auténtico.

Él indica 4 característica fundamentales para el desarrollo de la creatividad:

-el elemento -la pasión -la disciplina -el lanzarse

Este elenco habla de la creatividad como un proceso muy práctico. Para muchos puede resultar paradoxal, yo estoy completamente de acuerdo con esta conceptualización, de hecho, creo que menospreciar esta visión práctica es uno de los motivos por el cual infinitas ideas no se llevan a cabo y siguen flotando por los aires…

Hace un par de meses impartí un retiro en el Centro Afiliado OFD de las Islas Canarias y una de las temáticas tocadas fueron los procesos creativos.

Durante meses estuve preparando material para el retiro, pero no podía cerrar el de procesos creativos. Hasta prácticamente el momento, no sabía de qué manera concreta abordaría la cuestión… el grupo me lo diría, ya que intento con mis cursos traer a la luz aspectos que puedan ser trabajadas a continuación de forma individual. Tenía que estar preparada para las expectativas de las asistentes, intuir por donde iban y percibir la discrepancia con la que serían mis explicaciones.

Mi entorno personal y profesional siempre ha sido habitado por artistas… he conocido gente fantástica, tremendamente creativa… pero me deparé con un sinfín de frustraciones que no pasaban por ausencia de ideas, sino por desistir de subir una ladera de piedras que se ha hecho infinitamente cuesta arriba… porque crear pasa por imaginar, desarrollar la capacidad de crear imágenes a partir de la experiencia y de la proyección del deseo, pero necesita un momento de verificación, comprobación o control. Así descritos por la mayoría de los estudiosos del tema, aquí el esfuerzo se hace presente porque es fundamental controlar. Y para materializar tus ideas hay que llevar a cabo el factor persuasión, y para eso tienes que de verdad estar apasionado y creer en tu verdad. En esta etapa, quizá la más difícil, probablemente serás irresponsable, loca, inconsecuente, dado que estás plasmando algo que todavía no puede ser visto.

Quizá a este punto sea necesarios diferenciar lo que es creador y creativo. El creador lleva a cabo una propuesta casi siempre del inconsciente que es un propósito vital y de capacidad imaginativa más allá de la frontera de la realidad. La creatividad es una actitud.

Actualmente la ciencia se ha acercado a estos temas que en principio eran del ámbito humanista y podemos entonces unir fuerzas para acercamos a lo que puede ser la mecánica de la creatividad.

Gracias a los estudios actuales sabemos que los momentos propicios para la creación son los momentos de atención difusa, donde tenemos una cantidad de nodos cerebrales activados con bajo intensidad, facilitando de esta manera las asociaciones. ¡Sí! si estás muy especializado y obsesionado por un tema, ¡¡¡¡esto impide el desarrollo de tu creatividad!!!

El proceso educacional debe ser asociativo, propiciando los momentos de atención difusa que en otras áreas definiríamos como acceso al inconsciente. Aunque nos parece innovador, este concepto es milenario, los orientales depositan esfuerzo y energía en esta práctica, que está a la base de las artes y obviamente de la danza.

Una buena conducción, en bases a estas enseñanzas ancestrales provoca en el alumno el estado óptimo para atenuar su potencial creativo y este es uno de los preciosos beneficios de la técnica OFD. La intuición debe ser fomentada y se puede preparar el terreno para ello.

“No solo la biología afecta el comportamiento, el comportamiento afecta la biología.” El cerebro cambia todo el tiempo.

Es importante que sepas que tu clase de baile puede ayudar a mejorar tu capacidad creativa, desde que la conducción te permita hacer asociaciones y estimular tu intuición además de entender la importancia de rescatar tu pasión (o como llamaríamos en oriente, la voluntad) y la disponibilidad para controlar y esforzarte, entendiendo este esfuerzo como una etapa más del proceso creativo.

 

 

“La creatividad es hija de la libertad”, esta es una frase de Joaquin Fuster, autor del libro “The neuroscience of freedom and creativity”. Mirar al esfuerzo apasionado como un paso a la ¡libertad!, esta podría ser una buena definición de lo que es la danza.

Yo deseo que cada vez más que un mayor número de gentes pueda aproximarse a su cuerpo desde esta perspectiva, que encuentre en el movimiento dancístico un portal a la libertad y a la creatividad, reconociendo que el trabajo requerido es el néctar de la conquista.

Mucho todavía tenemos que cambiar en nuestro sistema educativo para que reconozcamos la importancia de la asociación de conocimientos, así como el esfuerzo apasionado.

Eduard Punset define la felicidad como la ausencia del miedo. Él considera fundamental para que no haya miedo que puedas controlar una determinada área de tu vida, la capacidad creativa ayudaría a buscar salidas, opciones para que aproveches la experiencia vivida. La creatividad necesita de la experiencia vivida para ampliar el expetro de sus posibilidades.

En un estudio realizado por una universidad británica se estimuló en el aprendizaje solo la creatividad y el resultado fue desastroso dado que la creatividad necesita de conocimientos para desarrollarse.

La experiencia vivida no es garante el desarrollo creativo, y sí lo es la capacidad de aprender de la experiencia vivida. Es eso lo que en última instancia deberíamos fomentar en nuestro sistema de enseñanza.

Facilitar el procesamiento de la experiencia vivida, a través de una toma de consciencia del momento presente, capacita el individuo a recurrir a su memoria semántica en el proceso creativo. Por lo tanto, el trabajo de aprendizaje y desarrollo de un lenguaje como la danza, sin el discernimiento de la experiencia, ¡limita la creatividad!

Al revés de lo que muchas personas imaginan, el preciosismo técnico, así como la consciencia corporal y el conociendo histórico ¡es libertador!

En una entrevista a Luis Martinez-Ribes, estudioso de neurociencia y marketing, este comenta que la creatividad cansa, porque consumimos glucosa y sentimos de esta manera ralentizarse el organismo, vamos flotando… pero, al mismo tiempo, la creatividad da placer. Crear da placer. Hay un componente hedonista en los creadores.

Aquí llegamos a uno de los factores que más me emociona de todo este artículo, que de una forma intima, revela mi propósito de vida. ¡Síiiiiiii! y ¡viva el placer de la creación!

Los orientales correlacionan esta capacidad y función humana a una parte corporal. Según diferentes visiones holísticas, crear activa el segundo centro energético corporal, localizado abajo del ombligo. Los movimientos corporales de esta zona, activan este centro energético que en consecuencia trabaja a nivel psicofísico nuestra capacidad creativa!

La danza OFD fundamenta sus movimientos básicos en una seria de ondulaciones pélvicas, que estimulan la creación. ¿Quieres mejorar tu creatividad? ¡Mueve tu pelvis!

En nuestra cultura occidental disociamos el cuerpo de la mente ubicando la experiencia únicamente en la mente, así que te invito a qué pruebes, a qué sientas, a qué te pongas a prueba… y a los profesores que perciban lo cuán trasformadora es la técnica que tenemos en manos.

Culturas milenarias bailaron para el placer y el extasiáis, reconociendo la función de dicho rito, más allá que un gozo momentáneo. Placer es salud y la creatividad te da herramientas para que puedas ser cada vez más libre.

 

Patricia Passo

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